Formación práctica en aula: herramienta de concienciación

Queremos destacar en este artículo uno de los pilares fundamentales de la prevención que, a la vez, es uno de los mayores y más dificultosos retos en esta materia. Se trata de la formación en PRL. Y queremos destacar la palabra reto por la dificultad que implica trasladar los conocimientos teóricos a la práctica, cuando está ahí, precisamente, el elemento más importante, ya que el aprendizaje práctico no solo aumenta la retención de información, sino que también fomenta el desarrollo de habilidades concretas y aplicables en situaciones laborales reales que, no nos engañemos, son en las que necesitamos adiestrarnos para interiorizar hábitos y disciplinas.

Formación teórico-práctica en PRL: un enfoque esencial

La Fundación Laboral de la Construcción ha sido pionera en ofrecer una formación teórico-práctica con el objetivo de preparar a los profesionales para enfrentarse a los riesgos reales que pueden surgir en sus trabajos.

A través de la experiencia práctica, las personas trabajadoras pueden mejorar su capacidad para identificar, valorar y reaccionar ante posibles riesgos, lo que no solo fortalece su seguridad, sino que también impulsa la eficiencia en el desempeño de sus funciones.

Beneficios de la formación práctica en PRL

Algunos de los beneficios clave de la formación práctica incluyen:

Mayor retención de la información: los estudios han demostrado que el aprendizaje basado en la experiencia permite retener más conocimientos que el aprendizaje puramente teórico.
Desarrollo de habilidades prácticas: la formación práctica brinda la oportunidad de aplicar conceptos en un entorno controlado, lo que favorece el desarrollo de habilidades que pueden utilizarse en situaciones laborales.
Motivación y compromiso: las personas trabajadoras que participan activamente en tareas prácticas suelen sentirse más comprometidas y motivadas con su proceso de formación.
Creatividad e innovación: enfrentar desafíos reales estimula la creatividad, ya que los trabajadores/as deben encontrar soluciones originales ante problemas específicos.

La formación práctica sobre el uso correcto del casco de seguridad

La norma UNE-EN 385 Requisitos para los cascos de seguridad establece los requisitos esenciales que deben cumplir los cascos de seguridad utilizados en la industria de la construcción y otros sectores con riesgos similares. Los cascos deben pasar una serie de pruebas que garanticen su capacidad para:

Absorber impactos: mediante la caída de un peso específico sobre el casco desde una altura determinada se evalúa la capacidad del casco para absorber el impacto sin comprometer la seguridad del trabajador/a.
Resistencia a la penetración: se prueba la resistencia del casco ante la caída de objetos punzantes o afilados, asegurando que no haya perforaciones que puedan causar daños a la cabeza del usuario/a.

El cumplimiento de estos requisitos garantiza que los cascos de seguridad puedan proteger adecuadamente a las personas trabajadoras frente a riesgos comunes en los entornos de trabajo.

En este primer vídeo, se muestra una recreación de la prueba de ensayo para cascos de la norma UNE-EN 385, realizada en el centro de prácticas preventivas de la Fundación Laboral de la Construcción. Se demuestra cómo los cascos son sometidos a pruebas de absorción de impactos y resistencia a la penetración. Esta prueba simula condiciones reales, evaluando la efectividad del casco en situaciones de riesgo.

El uso del barboquejo en cascos de seguridad

Uno de los elementos menos valorados, pero cruciales en la seguridad laboral, es el barboquejo. Este componente, a menudo considerado secundario, puede marcar la diferencia entre una protección eficaz y una exposición al riesgo en situaciones peligrosas.

¿Es obligatorio el uso del barboquejo?

El uso del barboquejo depende de la evaluación de riesgos del puesto de trabajo. Si la persona trabajadora realiza labores en altura o en entornos donde existe un riesgo elevado de caída del casco, el barboquejo se vuelve un elemento indispensable. Sin embargo, en trabajos de baja exposición, puede ser suficiente un sistema de ajuste interno del casco.

La importancia del barboquejo radica en que, durante una caída o impacto, evita que el casco se desprenda de la cabeza del trabajador/a, asegurando una protección continua en situaciones críticas.

La norma UNE-EN 397 también contempla la necesidad de que los cascos de seguridad puedan incorporar barboquejos si así lo requiere la evaluación de riesgos del puesto. Esta norma establece las pruebas de seguridad que los cascos deben superar, como la absorción de impactos y la resistencia a la penetración, así como el comportamiento ante temperaturas extremas y proyecciones.

Prueba práctica: impacto con y sin barboquejo

En este segundo vídeo se realiza una demostración práctica del impacto sobre un casco ajustado a una cabeza expositora, constando de dos partes. En una primera se realiza el impacto con barboquejo y en la segunda sin él. El experimento muestra cómo el casco, sin el uso del barboquejo, es expulsado de la cabeza, dejando a la persona desprotegida En cambio, cuando se utiliza el barboquejo el casco se mantiene en su lugar, proporcionando la protección adecuada ante un impacto.

Conclusión

Los equipos de trabajo evolucionan de manera rápida, cada vez son más seguros, al igual que también se mejoran los procedimientos de trabajo, se fabrican materiales menos dañinos en su manipulación, se diseñan equipos de protección individual más eficaces y más cómodos. Perfecto, así debe ser y así está siendo, lo estamos viendo en ferias y encuentros como FIPCAN, MOSIP o FIBASEC.

Sin embargo, y en paralelo a esta innovación, la prevención de riesgos laborales no puede entenderse sin una formación práctica también innovadora, que permita a las personas trabajadoras aplicar lo aprendido en situaciones reales, como utilizar de forma segura, eficaz y eficiente estos novedosos equipos y tecnologías. Del mismo modo ocurre con algo, a priori, tan simple como es el uso del casco de seguridad. Un EPI que, utilizado y conservado de manera correcta, complementado con su barboquejo en las situaciones de riesgo, es fundamental para garantizar la protección eficaz de las personas trabajadoras.

En conjunto y con el compromiso firme de empresas, técnicos/as de PRL, formadores/as y personas trabajadoras estos son los aspectos que refuerzan la cultura de seguridad y prevención que toda organización debe promover para evitar accidentes laborales y para mejorar la salud de sus integrantes.

Luis Salgado
Responsable Territorial de Seguridad y Salud
Fundación Laboral de la Construcción - Cantabria