Para trabajar en una atmósfera limpia es necesario minimizar los riesgos de inhalación de agentes tóxicos en la zona de respiración, realizando las operaciones habituales de corte, perforación y pulido mediante herramientas eléctricas con sistemas de aspiración integrados
Son muchas y muy variadas las actividades realizadas en la construcción, tanto en edificación como en obra civil, en las que es habitual que se produzca una gran cantidad de polvo, como pueden ser tareas de perforación, corte, pulido, lijado, apertura de rozas, desbaste, demolición, reparación de calzadas, aperturas de zanjas para instalación de canalizaciones, etc.
Las personas trabajadoras que realizan la actividad se encuentran directamente expuestas al polvo generado, pero también es necesario tener en cuenta la denominada exposición indirecta, que hace referencia a afecciones a terceros, como pueden ser personas trabajadoras ajenas a la actividad realizada que se encuentran en las proximidades, propietarios o vecinos en obras localizadas en viviendas o edificios habitados o incluso transeúntes de vías públicas que pueden verse afectados por el polvo generado.
A menudo, se infravalora el riesgo de estas exposiciones, ya que se consideran como una simple situación de disconfort, incomodidad, ligeras molestias o una situación de riego tolerable (que generan dificultades de visión, tos, irritaciones leves en los ojos).
Sin embargo, las consecuencias de la inhalación de polvo pueden ir mucho más allá si el polvo generado proviene de materiales tóxicos que pueden llegar a provocar daños importantes en la salud de las personas expuestas, como pueden ser Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o cualquier otro tipo de enfermedad respiratoria.
Además, las consecuencias negativas de la exposición a ambientes pulvígenos no se limitan solo a posibles daños a la salud, sino que también se producen efectos negativos relacionados con la productividad: la presencia de grandes concentraciones de polvo dificulta la visibilidad, daña las herramientas y reduce su vida útil, aumenta el tiempo y los costes derivados de las tareas de limpieza y mantenimiento, etc.
Factores de riesgo
En trabajos en los que se genera polvo es necesario tener en cuenta, entre otras condiciones:
- La composición del polvo
La naturaleza de los materiales que componen el polvo es un factor importante a tener en cuenta, puesto que determinados materiales, al ser inhalados, pueden dar lugar a daños importantes en la salud de las personas trabajadoras.
- El tamaño de las partículas
Las partículas de polvo generadas en las actividades realizadas en las obras de construcción varían en un amplio abanico de tamaños: desde partículas ultrafinas de 0,01 micrómetros, que son invisibles al ojo humano, a partículas más gruesas que pueden llegar a 1 milímetro y que sí son visibles.
Las partículas de menor tamaño son las más problemáticas puesto que tienen una velocidad de sedimentación muy baja que hace que permanezcan más tiempo en suspensión y, al ser inhaladas, llegan hasta la zona más profunda de las vías respiratorias, los alvéolos pulmonares, permaneciendo en el cuerpo durante mucho tiempo y provocando graves daños.
- La concentración
A mayor concentración de polvo, aumenta el grado de exposición y, por consiguiente, la probabilidad de inhalar partículas nocivas es mucho mayor.
Tipos de polvo
Teniendo en cuenta el tamaño de las partículas y la composición, la norma EN 60335-2-69, anexo AA, clasifica el polvo en 3 clases:
Es importante elegir un sistema de aspiración que disponga de un tipo de filtro acorde a la clase de polvo con la que se esté trabajando.
Mejoras e innovaciones en las herramientas eléctricas de corte, perforación y pulido
Una de las soluciones técnicas más eficaces a la hora de eliminar o, al menos, reducir al mínimo posible el polvo respirable generado en actividades de corte, perforación, pulido o demolición con herramientas es el uso de sistemas de captación mediante la aspiración localizada y filtrado, sobre todo aquellos sistemas que actúan directamente sobre el foco de generación del polvo evitando que las partículas más pequeñas queden en suspensión en el ambiente y puedan llegar a ser respiradas por las personas trabajadoras.
Un factor muy importante a tener en cuenta a la hora de seleccionar un sistema de aspiración eficaz es comprobar la idoneidad entre todos los elementos que conforman el sistema, garantizando tanto una adecuada captación del polvo generado, como un adecuado filtrado de las partículas más pequeñas.
En esencia, el sistema está configurado por:
- Un elemento de captación a modo de caperuza o carcasa, situado en la herramienta que se está utilizando, en la zona en la que se genera el polvo. Este elemento cubre la zona de trabajo y actúa como una barrera física que impide en un primer momento la dispersión del polvo.
- Un tubo flexible que, conectado a la herramienta, transporta el polvo desde la zona de trabajo al aspirador.
- Un aspirador que absorbe el polvo generado y lo filtra, reteniendo las partículas en su interior.
El aspirador, uno de los elementos más importantes a tener en cuenta a la hora de implementar un sistema de aspiración de polvo, debe proporcionar un caudal de aspiración que garantice un porcentaje muy alto de captación del polvo generado. Para garantizar esta condición, existen en el mercado aspiradores que emiten una señal acústica que avisa al usuario de que el caudal volumétrico está por debajo del límite recomendado, provocando que la aspiración sea deficiente o insuficiente.
Asimismo, también se pueden encontrar aspiradores que, bien de forma automática o semiautomática (a demanda del usuario), incorporan sistemas de limpieza del filtro evitando que se colmate y mantenga una potencia de aspiración constante sin pérdida de eficacia.
Trabajos de perforación. Taladros percutores y martillos combinados
Los sistemas de aspiración de polvo utilizados en estas tareas consisten en un elemento tipo caperuza situado en el mismo punto en el que actúa la broca o la corona de perforación, cubriéndolo por completo. Este elemento, conectado mediante un tubo al aspirador, capta prácticamente todo el polvo generado evitando su dispersión al ambiente.
También existe la posibilidad de utilizar brocas huecas a las que conectar directamente el tubo de aspiración. Este tipo de brocas disponen de orificios en la punta a través de los cuales se aspira el polvo y una apertura en el cuerpo de la broca a la que se conecta el tubo de aspiración.
Trabajos de cincelado y demolición. Martillos picadores
En los sistemas de aspiración utilizados en tareas de uso de martillos de picado y demolición, a diferencia de los sistemas utilizados en taladros, el elemento de captación no cubre la zona en la que se genera el polvo. En este caso, el sistema de aspiración se encuentra situado en el cuerpo del cincel/puntero, por encima del punto de impacto.
Trabajos de corte. Amoladoras y rozadoras
El sistema de captación consiste en un elemento tipo carcasa que cubre tanto la zona de corte en la que se está generando el polvo como el propio disco de corte. De esta forma, se garantiza tanto la eliminación del polvo, como la protección frente a cortes.
Trabajos de pulido y lijado. Pulidoras-lijadoras
El sistema de captación es similar al de las amoladoras, una caperuza que cubre la zona de trabajo, permitiendo la conexión del tubo de aspiración en la caperuza.
La protección individual como medida complementaria
Dado que, en la mayoría de los casos de exposición a polvo, es prácticamente imposible evitar por completo la generación de partículas que pueden llegar a ser inhaladas, es necesario utilizar equipos de protección individual respiratoria, como mínimo mascarillas autofiltrantes FFP3, perfectamente ajustadas, para evitar la inhalación de esas partículas residuales que no hayan podido ser captadas por el sistema de aspiración.
También es recomendable el uso de ropa de protección desechable, tipo buzo, a fin de evitar la posible acumulación de partículas en la ropa de las personas trabajadoras.
Integrar la seguridad para cumplir la normativa y preservar la salud
Podemos concluir que el uso de sistemas de aspiración en herramientas de corte, perforación y lijado aporta soluciones muy ventajosas al realizar la extracción de polvo en el origen, evitando su propagación y la posibilidad de que sea inhalado por las personas trabajadoras.
En este sentido, es importante remarcar que estos sistemas de seguridad integrada facilitan el cumplimiento de los requisitos establecidos en la normativa, de especial importancia en los casos en los que se puede producir polvo de sílice cristalina, ya que el RD 1154/2020, de 22 de diciembre, reconoció el polvo de sílice cristalina respirable como agente cancerígeno y redujo el valor límite permitido para la exposición de los trabajadores en el ámbito laboral, pasando de 0,1mg/m³ a 0,05 mg/m³. El uso de sistemas de aspiración disminuye la concentración de partículas de sílice, como ocurre con el polvo en general, independientemente de su composición, y facilita el cumplimiento de los límites de exposición establecidos.
Es, por tanto, necesario informar y concienciar a los profesionales de la construcción para que conozcan, tanto los riesgos derivados de la exposición al polvo, como las medidas de prevención y protección disponibles, con el fin de que puedan adoptar las soluciones más eficaces considerando los principios de la acción preventiva, según los cuales se deben combatir los riesgos en el origen y tener en cuenta la evolución de la técnica, entre otros.
El objetivo final es que las tareas que se ejecutan en las obras puedan realizarse en unas condiciones que garanticen la seguridad y salud de las personas trabajadoras.
Francisco Boubeta
Técnico de PRL
Fundación Laboral de la Construcción